Controlar el acceso a los hogares o a complejos de oficinas es uno de los usos primarios que se le está dando a la biometría en la actualidad, inicialmente usando lectores de huellas digitales. Sin embargo, avances recientes permiten que un escáner de iris permita desbloquear lugares restringidos.
Esta tecnología está desarrollándose cada día, “incluso los smartphones podrán reconocer a su dueño y registrarlo con un simple proceso de 10 segundos, tan solo usando luz LED y una pequeña cámara infrarroja”, explica el Dr. Kevin Curran, miembro del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Estados Unidos.
Adicionalmente, la biometría de reconocimiento por voz está permitiendo controlar dispositivos como TV inteligentes, a los que se les puede dictar ordenes para que, incluso, hagan compras electrónicas a través de Internet.
Esta tecnología permite, en algunos aparatos del hogar, que el usuario controle con su voz algunas situaciones de su vida cotidiana sin necesidad de recordar un comando o claves tediosas.
Es por eso que a medida que evoluciona la tecnología y el Internet de las cosas, el uso de la biometría está ofreciendo una serie de ventajas para darle a la gente aplicaciones y dispositivos cada vez más personalizados para que sean más fáciles de usar.